Hemos decidido introducir esta nueva palabra, coorganización, para referirnos a una organización humana en que los coorganizados reconocen que la existencia de dicha coorganización es posible gracias a la colaboración de los que la hacen posible.
Mercado Coorganizado | | Un mercado coorganizado, es en términos de la actual jerga consultora es la evolución natural del concepto que nace como "extranet", luego se le llama "b2b" y más tarde se generaliza como "Market Place". La coorganización sería en estos términos un (c2b 2 b2b). Nótese como un "dólar gastado" por el consumidor (arriba) riega o circula por toda la red.
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Si bien esto no parece ser una noción nueva, es distinta en el sentido que declara la emoción de la colaboración y no la competencia aquella que funda el ordenamiento económico de la sociedad.
Es particularmente interesante aplicar la idea de "coorganización" al funcionamiento de los mercados y en general a las prácticas comerciales en que se visualizan eslabones en una cadena: Proveedor, Productor, Distribuidor, Minorista, Consumidor. Si bien estas se basan en la idea de "competir", no es menos cierto que cuando el mercado se establece, se empiezan a conservar entre estos agentes relaciones de "fidelidad" que tienen que ver con la idea de "recibir algo a cambio de lo que uno entrega". Esto se puede ver en la relación "Proveedor-Productor" o en la relación "consumidor-distribuidor".
La competencia perfecta y la Internet
Eufemísticamente en economía, se llama "Competencia Perfecta" a un régimen de mercado hipotético en dónde todos los agentes del mercado tienen acceso simétrico a la información y por lo tanto toman decisiones en base a un mercado en equilibrio. Tal modelo teórico se usa frecuentemente en cursos universitarios de economía para establecer un punto de referencia "qué nunca podrá existir", para visualizar los mecanismos de establecimiento de precios a partir de la competencia entre "pares de la cadena" y no en la idea de la colaboración entre "eslabones de la cadena".
Indicador de éxito país: medir la circulación.
Sólo por el ánimo de polemizar, deberíamos traer nuevamente al estrado académico-económico al profesor Keynes, de alguna manera sus planteamientos salvaron la economía mundial después de la crisis de 1928. Su planteamiento radicaba en analizar el efecto multiplicador de la economía, es decir, invertir un dólar genera un beneficio económico mayor si ese dolar "circula por la economía", invierto en construir caminos para necesitar materias primas, que generen la posibilidad de pagar sueldos a empleados que luego gastarán en el comercio, etc., etc.... Esta simple idea de poner atención a la circulación de capital es la que ha estado ausente en el espíritu corporativo, en que el punto parece girar en torno a la acumulación de capital. De alguna manera si los clientes corporativos fueran hoy el doble más ricos, las CORPS podrían eventualmente vender el doble, cosa que no ocurre. Esto pasa porque las Corporaciones no procuran desarrollar la comunidad humana que las hace posible sino que muchas veces se limitan a parasitarla.
Cuando los indicadores monetaristas estándares (PGB, Inflación) empiezan a no aportar nada a la evaluación económica de una nación, surgen otras formas de medir que no hacen otra cosa que volver a poner atención en la circulación, tal es el caso del "Cross Output" que mide no tan sólo "productos finales terminados" sino que valora también la producción de bienes intermedios. Si bien algunos economistas estiman que el "cross-output" "sobrecuenta" los bienes que una economía genera, es irrefutable que para países que han estructurada cadenas de producción completa como el caso de China, el croos-output lo posiciona como una economía aún más poderosa.
Indicadores de éxito corporativo.
En los últimos años las funciones-objetivo en torno a las cuales las Corporaciones han construido su actuar, están marcadas por dos indicadores: VPN (Valor Presente Neto de los flujos futuros) y el "CHURN" (La pérdida o rotación de clientes asociada al costo de obtener un cliente nuevo). En cuanto al VPN, podemos decir que en su cálculo el factor crítico de la suposición de flujos se reduce a "p x Q x mes", es decir "Suponer que habrá Q clientes dispuestos a pagar $p por mes, durante el tiempo que dura la evaluación". De alguna manera el precio "p" es una estimación que se hace en base a criterios históricos y es en último caso determinable por la vía de un estudio estadístico, sin embargo, la cantidad de clientes es un dato que se asume "siempre creciendo" o al menos "estable" gracias a la posibilidad de "clientes cautivos", esto termina por especializar el indicador a través del ARPU (Promedio de Ganancia por Usuario).
Sin duda "Q" (la cantidad todal de clientes) es la variable más importante a la hora de evaluar el VPN de una "futura gran corporación". La existencia del CHURN profundiza en la importancia de Q como variable vital de los resultados, de alguna manera los clientes necesitan estar "cautivados", ya que si están "cautivos" aprovecharán la primera oportunidad para huir del "opresor".
Es en este nuevo escenario, que sin quererlo, las corporaciones están obligándose a considerar al ex-consumidor como parte importante de su objetivo. De alguna manera el consumidor es el accionista que financia los flujos futuros de la organización, es en estricto rigor él que con su "pago mensual" hace posible el ordenamiento económico de la corporación. Si quieres que un árbol crezca riégalo. Los avances del comercio electrónico en la década de 1990-2000, mostraron una faceta nueva a este problema sobre todo en el comercio entre empresas (b2b), de alguna manera la tecnología disponible permitía (si es que la tecnología fuera adoptada) tener una certeza mayor de la demanda y por lo tanto planificar la producción, lo que hace de la competencia perfecta al menos una tendencia.
Ronda la pregunta sobre el rol de las corporaciones, el orden mundial y los seminarios se llenan de expertos hablando del rol de las nuevas tecnologías. Si aterrizamos esa preocupación el resultado pasa por responder si las corporaciones querrán "desarrollarse con" o "parasitar de" la sociedad que las hace posible. El caso de parasitar es atractivo y lucrativo al principio pero a la larga "victoria de mediocres", las corporaciones construyen su propia tumba: el consumidor empobrecido o sobreendeudado ya no puede seguir pagando la cuenta y enfrenta la muerte financiera. La tarea de las nuevas corporaciones (ver coorganización) es establecer una relación simbiótica con la sociedad que las hace posible, de esa manera si los clientes son doblemente ricos tendrán la posibilidad de consumir doblemente. Si colaboramos todos ganamos.
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